Recién recogida la tercera estrella Michelin, todavía en la gala de Toledo, hablamos con los hermanos torres, sobre sus sensaciones después de tocar el cielo de la Michelin y el futuro de un restaurante que alcanza una meta como esta.
Los gemelos barceloneses acaban de situar a su restaurante, Cocina Hermanos Torres, en el olimpo Michelin, entrando al selecto club de triestrellados. “Estamos muy contentos pero no nos desviaremos del camino. Seguiremos trabajando y creciendo. El local nos lo permite”, aseguraban en el Palacio de Congresos de Toledo tras abrazos y brindis. Sergio y Javier Torres seguirán en Barcelona, “posicionada ya como capital gastronómica”.
¿Cómo os sentís?
“Muy felices. Como un sueño hecho realidad. Algo muy, muy bonito”.
¿Es lo que soñabais cuando empezasteis en esto, o empezó cuando cambiasteis el local?
“Uno de ellos. Queríamos tener el restaurante que soñábamos, uno para por seguir cocinando y creciendo y sí, por qué no, conseguir la tercera estrella Michelin. No ha sido un camino fácil. Hemos tenido que hacer muchas cosas paralelas para conseguir el dinero y llegar hasta aquí. Y era algo que también le debíamos a Barcelona”.
¿Cómo han ido estos últimos años? ¿Necesitabais el empuje de las tres estrellas para hacer funcionar el restaurante?
“Afortunadamente, el público siempre nos ha apoyado. También en momentos difíciles como los sufridos en la pandemia, la ciudad se volcó. Estamos súper contentos con la evolución de nuestra cocina, y muy agradecidos a los clientes, que siempre han estado ahí. Pero sí, claro, las tres estrellas te abren otra dimensión, aunque no nos vamos a desviar de nada. Vamos a seguir estando igual de concentrados, y vamos a hacerlas crecer”.
¿Cómo se hacen crecer? ¿Cuál es la nueva meta ahora?
“Cuidar las estrellas y cuidar al cliente. Y seguir haciendo lo que nos gusta, que es cocinar”.
¿Nuevos proyectos? ¿Cómo van los actuales en el aeropuerto y en Madrid?
“Tenemos T1 y T2 y Dos Cielos Madrid, que va muy bien. De cara al año que viene ya hemos planificado una serie de reformas para mejorarlo. Pero nosotros principalmente estamos centrados en Barcelona, donde queda mucho por hacer”.
¿Puede evolucionar Cocina Hermanos Torres?
“El restaurante está pensado para ello. No es un proyecto de inmediatez, sino de largo recorrido. Su gran cocina, que ocupa gran parte del espacio, nos permite jugar. Ahora, por ejemplo, abriremos dos partidas más, de hierbas y de verduras. Así que es un restaurante infinito. Te podemos decir que quizá el restaurante no está aún ni al 75% de su potencial. A ver hasta dónde nos lleva, pero tiene muy buena pinta. Y este premio nos va a ayudar muchísimo, también a la ciudad”.
Hablando de Barcelona, ¿cómo veis la ciudad?
“El nivel de gastronomía de Barcelona es altísimo. Se abren muchas cosas en Madrid, es verdad, pero nuestro nivel como ciudad es increíble. Y nuestra capacidad de gasto, por mucho que se diga, también. El catalán es un cliente exigente pero muy fiel. Y, si una cosa lo vale, lo paga. La ciudad lo ha pasado mal en los últimos años, y este premio le debe dar aire. Y nosotros, en el fondo, somos nacidos en Barcelona, por lo que el premio nos hace especial ilusión”.
Ilusión. ¿Qué os diría vuestra abuela si estuviera viva?
“Fliparía. Entendemos que estaría orgullosa. Pero le sacaríamos nosotros más a ella, como siempre. Recetas, siempre”.
Gala Michelin 2023. ¿Qué opináis del reparto de estrellas?
“Cuantas más, mejor para todos. Atrio es un restaurante enorme, y estamos particularmente contentos por Barcelona. Eso es que se han hecho los deberes, que hay una buena hornada de nuevos cocineros cocineras y que nos posicionamos como capital gastronómica. Y eso mola mucho”.
¿Dónde os veis en cinco años?
“En Barcelona seguro. Nuestra casa es Barcelona y Cocina Hermanos Torres tiene mucho recorrido. Somos felices en el restaurante y en Barcelona. No nos verás muy lejos de ahí”.
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